Una familia que reside en un chalet adosado del Camí La Ermita de Vila-real se convirtió ayer en la última víctima de los ladrones. Cuatro personas forzaron la puerta trasera de su vivienda alrededor de las 5 de la madrugada, se adentraron en la habitación del matrimonio y en la de la hija, les agarraron de las manos y, amenazándoles para impedir que gritaran, encerraron a cada uno en una habitación de la vivienda, según pudo saber este periódico.

Los asaltantes, que al parecer eran de Países del Este y se cubrían con pasamontañas, preguntaron por separado a cada miembro de la familia si tenían caja fuerte y como todos lo negaron, optaron por llevarse lo que había a mano: bolsos, tarjetas de crédito y teléfonos móviles, entre otros objetos.

Los ladrones huyeron forzando la puerta delantera y dejaron a la familia encerrada. El hijo del matrimonio regresó de un viaje en el extranjero una hora después y pudo liberar a su familia y avisar a la policía.

MÁS VIGILANCIA EN ONDA Por otra parte, el alcalde de Onda, Enrique Navarro, comunicó ayer que la Guardia Civil intensificará la vigilancia en la localidad tras los últimos asaltos a chalets en las urbanizaciones Los Naranjos y Nueva Onda, después de una reunión con las fuerzas de seguridad.