Nuevo golpe al tráfico de drogas en Castellón. La ardua e intensa investigación, iniciada hace medio año por agentes de la Guardia Civil de la Vall d´Uixó, con el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Castellón, ha permitido desarticular una banda de colombianos dedicada al narcotráfico e incautarse de un total de 25 kilogramos de cocaína, la cantidad más importante aprehendida en los últimos años en la provincia.

Con ella se habrían obtenido un total de 250.000 dosis, lo que equivale a un beneficio de, al menos, 15 millones de euros en el mercado negro, es decir, cerca de 2.490.000.000 de las antiguas pesetas, si calculamos como dosis un gramo y se paga 60 euros. Además, se trata de un valor que podría duplicarse después del proceso de adulteración, pues se incrementa el número de dosis.

La actuación viene encuadra dentro del marco de la operación Centurión, dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción n° 3 de Nules, en el transcurso de la cual se han realizado gran cantidad de vigilancias y seguimientos de ciudadanos colombianos que se sospechaba se dedicaban a introducir en España paquetes postales con droga.

El operativo se culminó en la mañana del jueves, cuando los agentes practicaron cinco detenciones: tres en la Vall d´Uixó y dos en Alboraia (Valencia), mientras procedían a recoger los paquetes postales. Por lo que respecta a los primeros, según pudo conocer este periódico, dos de los correos fueron interceptados en la oficina de Correos y otro en la misma la Vall d´Uixó.

Precisamente, tenían domicilio en la avenida Suroeste y en el Polígono III del municipio, donde estaban plenamente asentados desde hacía, al menos, un lustro. Uno de los arrestados en el operativo es el presunto cabecilla de la red y la detención se produjo cuando iba a recibir parte de la droga aprehendida.

Además de la coca, los agentes se incautaron de vehículos de gama alta, teléfonos móviles, ordenadores, documentación y 9.100 euros. Todos los detenidos pasaron ayer a disposición del citado juzgado, cuya titular decretó el ingreso su prisión provisional, según estas fuentes, que explicaron que los integrantes de la banda usaban cada vez una oficina de correos de Castellón y Valencia diferentes y que normalmente los paquetes que recibían eran de un kilogramo de peso.