Un hombre de 43 años de Alicante ha sido condenado a 60 años de cárcel por violar en "múltiples ocasiones" a tres de sus cuatro hijos (dos niñas y un niño) cuando éstos tenían entre 5 y 9 años. Según la sentencia, P.M.R.R. cometió los abusos de 1990 a 1995, hechos que fueron denunciados cuando la menor de las hijas fue mayor de edad.

La Audiencia Provincial de Alicante considera probado que este hombre se valió de su condición de progenitor y "del temor que su carácter violento inspiraba a sus hijos", a los que golpeaba con frecuencia, para aprovechar las veces en que la madre no se hallaba en el domicilio conyugal de Monóvar (Alicante) para cometer las violaciones.

En estos momentos, reunía a sus tres hijos y les obligaba, mediante amenazas con que les pegaría si no obedecían, a que le realizaran felaciones, tocamientos y masturbaciones. A una de las hijas intentó penetrarla vaginalmente en varias ocasiones cuando tenía entre 5 y 8 años y a la otra lo hizo analmente, al menos en una ocasión, cuando contaba con entre 7 y 8 años.

CENTRO DE ACOGIDA En abril de 1996, los tres menores y su madre abandonaron el domicilio familiar y pasaron a un centro de acogida, y desde el mes de diciembre de ese año no han vuelto a ver a su padre.

El fallo condena a P.M.R.R. a tres penas de 20 años cada una (el grado máximo) por sendos delitos continuados de violación y estipula que indemnice a cada una de las dos hijas en 12.000 euros, mientras que al hijo no se acuerda cantidad alguna porque éste ha expresado su deseo de no reclamar. También le prohíbe acercarse a menos de 200 metros del lugar de residencia de sus hijos durante 21 años.

En el juicio, celebrado el pasado 28 de noviembre, los tres hijos, hoy mayores de edad, pidieron declarar con la protección de una pantalla, lo que les permitió no tener que ver al acusado. Relataron que tenían miedo a su progenitor porque, según la hija menor, les maltrataba y daba puñetazos, pero no contaron nada de lo que ocurría en casa a su madre por miedo.