La asociación provincial de excavaciones y movimientos de tierras de Castellón, Apecas, que acoge a 49 empresas, reclama más vigilancia ante la ola de robos de gasóleo que sufren desde hace meses y que se estima en más de 1.000 litros diarios, según señaló el presidente de la asociación, Ramón Navarro. "Me he reunido con el subdelegado de Gobierno para exponerle nuestro malestar por los continuos robos y destrozos en las máquinas pesadas", destacó.

Los robos de combustible se consuman durante la noche en la maquinaria que no puede ser trasladada y permanece en el lugar de trabajo. Los ladrones fuerzan los tapones de los vehículos "e incluso causan daños en la maquinaria si no encuentran combustible", apunta Navarro, añadiendo que, "en ocasiones nos, han dejado una nota advirtiendo de que si dejamos los depósitos vacíos, prenderán fuego a los vehículos", asegura.

Los afectados están convencidos de que existen bandas organizadas que se dedican a robar el gasóleo para luego venderlo en el mercado negro. A pesar de que el tipo de combustible que usan estas máquinas lleva un colorante para distinguirlo del destinado al consumo de turismos, se utiliza en furgonetas y otros vehículos sin ningún problema.

Navarro sugiere que la policía inspeccione el combustible de vehículos sospechosos para averiguar si procede de las excavadoras. Otro problema que causan los robos es la paralización de las máquinas cuando se formula una denuncia y mientras se instruyen las diligencias.

Los afectados también han intentado concertar con compañías aseguradoras las pólizas que les protejan de los robos pero, según Navarro, las firmas aseguradoras se niegan a suscribir esos contratos al tratarse de un bien de consumo que además está expuesto al expolio.

La seguridad privada es otra alternativa, "pero es algo costoso y hay empresas que no se lo pueden permitir", concluye.