Cien días después de la desaparición de Madeleine McCaan se ha producido un vuelco en las investigaciones de la policía lusa: de un caso de eventual secuestro al de un posible homicidio, pero lejos de quedar esclarecido. Cuando Madeleine desapareció el pasado 3 de mayo, primero siguió la pista de un secuestro, que bien podría ser para pedir un rescate, o realizado por pederastas, para fines de abuso sexual. Sin embargo, en los últimos días los perros británicos encontraron vestigios de sangre en el apartamento donde la niña estaba, que, de corresponder a Madeleine, abren las hipótesis de que eventualmente fue asesinada en el apartamento, o fue víctima de un accidente mortal.

Entretanto, los padres de Madeleine asistieron ayer a una misa en la iglesia de la Praia da Luz, con motivo de cumplirse los 100 días de la desaparición. También por iniciativa suya fue inaugurado un nuevo canal en internet que se denomina Don´t you forget about me (No me olvides), para recordar a todos los niños desaparecidos.