Kate McCann, la madre de la niña británica de 4 años desaparecida en Portugal
hace algo más de tres meses, admitió que preferiría saber que su hija había
muerto a vivir con la incertidumbre. En una entrevista concedida a la revista
Woman's Own Magazine, y de la que se hacen eco hoy los diarios británicos, Kate
McCann confiesa su miedo a vivir "en el limbo" durante toda su vida.
La mujer insistió en que ella y su marido, Gerry, necesitan saber qué le ha
ocurrido a su hija, que desapareció hace 102 días mientras dormía junto a sus
hermanos gemelos en el Algarve, durante unas vacaciones familiares y cuando
ellos cenaban con unos amigos en un restaurante cercano. "Nunca me ha gustado la
incertidumbre y éste es el peor limbo", admitió Kate McCann.
La madre de "Maddy" apuntó que "en el fondo", tanto ella como su esposo
"preferiríamos saber (qué pasó) -dijo-, incluso si esto implica tener que
afrontar la terrible verdad de que Madeleine hubiera muerto. Los dos necesitamos
saberlo". McCann admitió que no puede prepararse para "las malas noticias" y que
cuando en el pasado había seguido por las noticias la desaparición de otros
niños británicos, ella había pensado que ésa sería su "peor pesadilla".
Sobre cómo sobrelleva la angustia del día a día, la madre de Madeleine
contestó que cada noche, al irse a la cama, confiaba en que ése sería el último
día sin su hija. Por otro lado, un amigo de la familia criticó a la policía
portuguesa por haber afirmado públicamente, sin haberlo comunicado antes a los
padres, que podría haber indicios de que Madeleine no seguía viva.