Un niño de 15 años fue detenido hoy en relación con la muerte del pequeño Rhys
Jones, quien recibió un tiro en el cuello hace una semana en Liverpool (norte de
Inglaterra), informó hoy la Policía. Rhys Jones, de 11 años, murió el pasado día
22 al recibir el impacto de una bala cuando disputaba un partido de fútbol con
varios amigos en el aparcamiento de un pub en el barrio de Croxteth.
Un portavoz de la Policía del norteño condado de Merseyside precisó que el
nuevo sospechoso fue detenido esta mañana en ese barrio y será interrogado a lo
largo del día. Anteriormente, las fuerzas del orden habían arrestado a diez
jóvenes en relación con el crimen, que ha conmocionado al Reino Unido, si bien
todos han sido puestos en libertad. Según la Policía, el niño fue tiroteado por
un adolescente encapuchado que paseaba en bicicleta por la zona.
Los padres de Rhys hicieron este lunes un dramático llamamiento al homicida
para que se entregue voluntariamente. Melanie y Stephen Jones, de 41 y 44 años,
respectivamente, culparon a los padres del asesino, al que hasta ahora no ha
identificado la Policía, por haber permitido que su hijo pudiese llegar a
cometer un crimen tan horrendo.
Los jugadores del Everton, equipo de la "Premier League" inglesa del que Rhys
era un forofo, se acercaron también este lunes al lugar donde el muchacho fue
asesinado para rendirle un homenaje póstumo. El club depositó una corona de
flores en forma de un balón con sus colores -azul y blanco-, una camiseta y unas
botas, en una especie de altar improvisado en el lugar del crimen.
El otro equipo de la ciudad que milita en la "Premier League", el Liverpool,
entrenado por el español Rafa Benítez, también homenajeó al malogrado niño antes
del partido de la previa de la Liga de Campeones que disputó este martes ante el
Toulouse.
El asesinato coincidió con un aumento de la violencia juvenil en las calles
del Reino Unido, que comienza a atemorizar a los adultos mientras los políticos
y la Policía abogan por tomar medidas urgentes antes de que la situación se
escape a todo control.