Un vecino de Petrés, en Valencia, que había encargado la construcción de una casa de madera en Benicàssim, fue detenido el miércoles por agentes de la Guardia Civil como presunto autor de un delito de daños que fueron continuados.

Se da la circuntancia de que el constructor presentó una denuncia ya que, después de que el ahora detenido le pidiera varias modificaciones, el empresario decidió no continuar por no recibir pago alguno. Esto motivó la venganza, consistente en arrojar aceite o gasoil y escribir notas como "estafadores" en la fachada de un negocio de la novia del constructor y en el propio domicilio de éste, con daños de 3.000 euros. En uno de estos actos, para los que se desplazaba desde Petrés, le sorprendió un vigilante.