La jueza que instruye el caso del fallecimiento de la castellonense Lina Andrea Restrepo, hace ahora un año, declaró ayer como imputada a la doctora que le practicó la intervención por la muerte de la paciente tras someterse a dos operaciones de estética en el Hospital Evangélico de Barcelona, según fuentes judiciales.

De este modo, la facultativa declarará ante la jueza en los próximos días para explicar qué procedimiento llevó a cabo en el postoperatorio, con el fin de determinar si la trágica consecuencia en la que derivó la operación de estética fue debida a una mala praxis en este caso concreto.

PECHOS Y BARRIGA Las mismas fuentes indicaron, también, que la magistrada no descarta tomar declaración a otros miembros del equipo sanitario que intervino en la operación quirúrgica a la que fue sometida Lina.

La víctima, de 33 años y vecina de Castellón, falleció hace poco más de un año debido a un tromboembolismo masivo, tras haber sido operada de los pechos y, también, en la misma intervención, de una reducción de barriga. No obstante, Lina padecía una enfermedad que agravaba el riesgo de sufrir complicaciones al someterse a intervenciones quirúrgicas, por eso ella misma firmó toda la documentación requerida para dar el consentimiento. Asimismo, le proporcionaron anticoagulantes para evitar posibles trombosis.

Según relató la madre de la víctima, Marina Gómez, a Mediterráneo "estuve muy preocupada durante la operación porque entró a las 15.00 horas y salió a las 3.00 de la madrugada". Y añadió que "surgieron complicaciones, le sangró un pecho y estuvo 12 horas en la mesa de operaciones". Además, "en ese tiempo le extrajeron un kilo y medio de grasa del estómago y le realzaron los dos pechos", dijo. La joven Lina Andrea pagó por todo el paquete estético 13.000 euros.

Tras la intervención Lina se despertó "bien, pero palideció y empezó a bajarle la tensión", indicó. La madre regresó a Castellón y enseguida le llamaron para comunicarle que Lina había muerto. "No lo podía creer, volví pero no podían hacer nada".