Los investigadores creen que dos cuerpos que se encontraron en el fondo de una cisterna, cuando se socorría a un niño que se había caído dentro, pertenecen a dos hermanos que desaparecieron en 2006 en un caso que conmovió a Italia, y por el que fue detenido el padre. Los bomberos han trabajado toda la noche para poder acceder a la cisterna donde se encuentran los restos humanos descubiertos ayer, y que los investigadores creen que son de los dos hermanos ya que llevan la ropa con la que se les vio por última vez.

Francesco y Salvatore Pappalardi, de 13 y 11 años, desaparecieron en junio de 2006 en su pueblo natal Gravina in Puglia (sur de Italia). Durante estos años de investigaciones surgieron diversas hipótesis sobre el paradero de los niños, entre ellas que hubieran sido trasladados a Rumanía por personas cercanas a la madre para mantenerlos lejos del padre, del que está separada.

También se pensó que podían haber caído en manos de una red de pederastas, mientras los dos progenitores se lanzaban duras acusaciones sobre la suerte de los dos niños. El pasado noviembre, el padre de los hermanos, Filippo Pappalardi, de 41 años, fue detenido bajo la acusación de haber asesinato a sus hijos. Filippo Pappalardi, que en el momento de la desaparición tenía la custodia de los niños, era el único investigado desde agosto de 2006 por el secuestro de los dos hermanos.

Los investigadores consideraron que Pappalardi mató a los niños la misma noche de su desaparición, en un arrebato violento porque habían salido a la calle sin permiso. Ahora los investigadores tendrán que averiguar el momento de la muerte de los niños y si se ha tratado de un homicidio o de un trágico accidente. La madre de los menores, Rosa Carlucci, se ha trasladado al descampado donde se encuentra la cisterna mientras los bomberos intentan recuperar los cuerpos y después se procederá a su identificación.