BARCELONA. El juicio contra Remedios S.S., acusada de robar con violencia a varias ancianas y de haber asesinado a tres de ellas, quedó ayer visto para sentencia sin rastro alguno de Mari, la inquilina a quién la procesada achacó los crímenes. El letrado de la defensa, Jordi Colomines, pidió la absolución de su cliente, pese a que admitió no tener pruebas para defenderla. EFE