Los siete encapuchados de origen rumano que encerraron y apalearon al vigilante de un centro de ocio ubicado a las afueras de Benicàssim, el pasado miércoles, con el único fin de poder robar el dinero de un cajero de Ruralcaja, se llevaron 12.000 euros.

Los hechos sucedieron sobre las 4.30 horas. Los siete individuos actuaron por sorpresa e introdujeron a la víctima dentro de un cuarto con la finalidad de evitar que este "les viera mientras reventaban la máquina expendedora de billetes que la entidad bancaria tenía dispuesta en las inmediaciones del lugar". "Le han dado una paliza de muerte, está ingresado y no han tenido ninguna consideración", explicaban las mismas fuentes.

Al lugar del suceso se desplazaron varias patrullas de la Guardia Civil, quienes auxiliaron a la víctima y avisaron a los servicios sanitarios, según manifestaron las mismas fuentes. En estos momentos, efectivos del Instituto Armado siguen investigando la autoría de estos hechos y buscan a los responsables, quienes huyeron "a gran velocidad", llevándose 12.000 euros del cajero que habían reventado después de golpear reiteradamente al vigilante y encerrarle en una habitación del local.