Un vecino de Almassora, que es funcionario de profesión y de 52 años, ha sido detenido por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional de Madrid --en colaboración con agentes especializados de la Comisaría de Castellón-- acusado de un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil.

El arrestado --único imputado de la provincia-- forma parte de una operación a nivel nacional en la que han resultado detenidas 41 personas, en 30 provincias españolas, por los mismos hechos. Así, los agentes, durante el registro domiciliario, le han ocupado el disco duro de su ordenador portátil, así como varios cedés que contenían imágenes de carácter pedófilo.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Vinaròs ha abierto una investigación en relación a este detenido, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Tal y como destacó la Policía Nacional, todos los arrestados pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos.

Del mismo modo, otras 19 personas han resultado imputadas y los agentes se han incautado de casi un centenar de discos duros y más de un millar de soportes ópticos. La operación, en la que han participado más de 200 agentes de policía especializados en delitos tecnológicos, se inició gracias a la colaboración ciudadana, las denuncias anónimas y la información de oenegés de protección del menor.

LAS OENEGÉS La denuncia de la oenegé italiana Teléfono Arcobaleno comunicó la existencia de un sitio web de contenido pedófilo ubicado en Alemania, lo que facilitó más de la mitad de los arrestos, mientras que el resto de detenciones se produjo a raíz de las presentadas por particulares que intentaron descargar de Internet vídeos musicales o juegos virtuales y se encontraron con las imágenes pedófilas.

Los denunciantes comprobaron posteriormente que los archivos bajados de la red contenían imágenes de adultos manteniendo relaciones con menores o fotos de niños con contenido sexual y después lo pusieron en cocimiento de la policía.

ABUSOS SEXUALES Los agentes están analizando minuciosamente el material intervenido para determinar si efectivamente estamos únicamente ante un delito de tenencia y distribución de material pornográfico infantil o, más grave aún, si han existido abusos sexuales cometidos por alguno de los detenidos hacia menores. Una investigación policial que, posiblemente, permitirá establecer conexiones con otros pederastas que actúan en la red en la actualidad.