La Guardia Civil registró este martes una farmacia ubicada en el centro de Valencia en una operación contra el tráfico de anabolizantes, una de las sustancias utilizadas de manera ilegal para aumentar el rendimiento en la práctica deportiva.

La Unidad Central del Instituto Armado tiene sospechas de que este establecimiento fabricaba anabolizantes y después los distribuía al margen de la legalidad. A la farmacia, sita en la calle Pascual y Genís de la capital, se suman siete registros domiciliarios, una tienda de tatuajes de Elda y una segunda farmacia. Además, los agentes practicaron cinco detenciones en Valencia, Burjassot y Gandia. La operación se ha desarrollado de forma simultánea en 20 provincias.

Agentes de la Guardia Civil están desarrollando una operación contra el tráfico de anabolizantes en más de 20 provincias del territorio nacional, entre ellas la de Valencia, donde habrían realizado registros en distintos puntos de venta, uno de ellos en una farmacia de la calle Pascual y Genís de la capital.

Efectivos de la Unidad Central Operativa del Instituto Armado (UCO) han inspeccionado diversos puntos venta en el centro de Valencia, según informaron fuentes de la Guardia Civil. Las pesquisas apuntan a que en alguno de los puntos se podría fabricar y distribuir de manera ilegal sustancias anabolizantes.

Los agentes detuvieron a cinco personas relacionadas con la red de "distribución ilegal de anabolizantes y otros productos tóxicos", y practicaron siete registros domiciliarios, informó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta.

En concreto, las detenciones han sido en Valencia, Gandia y Burjassot. No obstante, Peralta descartó ampliar la información ya que es una operación "decidida a nivel nacional" y que todavía está abierta. Además, también se efectuaron registros en una tienda de tatuajes de Elda.

Los vecinos de la calle Pascual y Genís en la que se encuentra una de las dos farmacias investigadas afirman que el establecimiento era frecuentado por personas "hipermusculadas" desde que el negocio pasó a manos de los hijos de los propietarios.

La persiana de la farmacia estuvo custodiada por dos agentes de la Guardia Civil durante la inspección de la UCO que se prolongó durante cuatro horas y en cuyo interior permanecieron varias empleadas.

Los guardias civiles salieron de la farmacia con bolsas, maletines y cajas. En el escaparate del establecimiento se podían observar diversos complementos alimenticios para deportistas.