Una sucesión de acontecimientos desafortunados convirtieron la tarde del pasado domingo en una verdadera tragedia. El hijo del hombre que fue atropellado en el kilómetro 7,700 de la CV-20, un menor de 16 años, ha ingresado en un centro de menores de Castellón --Penyeta Roja o Pi Gros-- al ser detenido y acusado de intento de homicidio.

Los hechos, tal y como ha venido contando Mediterráneo desde el lunes, sucedieron sobre las 15.35 horas, cuando el conductor de un Chrysler Voyager de color blanco --Diego Marcelino T. A., de 44 años y vecino de Zaragoza-- bajó de su vehículo para ajustarse el sillón. Esta persona cometió el error, según fuentes policiales, de ocupar en ese instante parte de la calzada.

Un segundo más tarde, otro coche le arrolló y este se golpeó la cabeza provocándole el impacto un traumatismo craneoencefálico severo --en la actualidad permanece en coma en La Fe--.

Tras esto, en unos instantes de nerviosismo y cuando otro conductor paró su vehículo para auxiliar a la víctima, tendida en el suelo, el hijo del atropellado confundió a esta persona con el autor del arrollamiento, ya que el vehículo que conducía era de características similares al que había atropellado a su padre segundos antes. Así, fuera de sí, sacó una navaja y le realizó dos cortes en el brazo --tal y como confirmaron fuentes policiales--.

Esta persona que acudió para auxiliar se marchó huyendo despavorida y se dirigió hacia el hospital La Plana por sus propios medios, donde le curaron en urgencias y salió, según las mismas fuentes, al cabo de una hora en perfecto estado de salud. Después, acudió al cuartel de la Guardia Civil para interponer una denuncia por intento de homicidio contra este menor.

Mientras, en el kilómetro 7,700 de la CV-20 el panorama tras el atropello fue trágico. A la víctima, el padre, le trasladaron a La Fe en un helicóptero medicalizado. Al hijo le detuvo la Guardia Civil y, por orden de la Fiscalía, ha ingresado en un centro. De momento, sigue sin localizarse al autor del atropello.