Llevaban menos de un año en Vila-real pero lo tenían claro: habían venido a robar y con un suculento botín regresarían a su país este mismo mes. El cabecilla decía dónde y cuándo, los otros 17, entre ellos cuatro menores, eran los que actuaban en viviendas de lujo escogidas tras días de vigilancia y con una planificación minuciosa, casi perfecta.

Los detenidos, un total de 18, formaban, presuntamente, una banda jerarquizada y especializada en el robo con fuerza y a escalo y desde mediados de julio y hasta el miércoles pasado habían actuado en una veintena de casas, clínicas dentales --de las que robaban hasta las máquinas de radiografiar--, comercios varios y empresas, a las que sustraían toda la información arrebatándoles los discos duros y externos de los ordenadores, tal y como explicó ayer el subinspector Fernández del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Castellón, que ha dirigido esta investigación llevaba a cabo por agentes destinados en la capital de La Plana y en Vila-real.

Los ladrones actuaban en toda la provincia e incluso en la de Valencia, como en las localidades de Sagunto o Alzira, y, de momento, según Fernández, se sabe que habrían usado la violencia en, al menos, dos ocasiones, mediante empujones e intimidaciones a moradores de dos chalets de lujo de la provincia.

El modo de actuar, según el subinspector, era similar en cada uno de los asaltos, esto es, accediendo hasta los tejados y ventanas más altas de las casas e introduciéndose en ellas, realizando el mínimo ruido posible para no levantar sospecha alguna.

CUATRO MENORES. La banda, asentada en Vila-real, tenía alquilados cuatro pisos en esta localidad, donde residían y ocultaban el material sustraído. Así, estaba compuesta por 10 hombres de entre 15 y 65 años, y ocho mujeres, de entre 14 y 39 años, y también se dedicaban, presuntamente, al tráfico de drogas, ya que la Policía Nacional, en los cuatro registros domiciliarios que practicó, les incautaron hasta 213 gramos de cocaína.

Fernández detalló que el grado de parentesco entre los detenidos era de tíos y primos --los padres de los menores estaban en Rumanía-- y todos ellos seguían a rajatabla instrucciones precisas y fines concretos.

Así, en los registros --que se realizaron a las 8.00 horas del miércoles, ya que los arrestados tenían por costumbre volver a casa sobre las 6.00 horas-- les han intervenido dos vehículos de gran cilindrada, joyas, relojes, dos telescopios, 37 teléfonos móviles, cinco portátiles, dos vídeo-reproductores, cinco Iphone 3G, 20 botellas de bebidas alcohólicas, 15 vídeojuegos, tres consolas, mazas, alicates, destornilladores, cerraduras, un home cinema, cuatro lectores de DVD, cinco monitores de TV TFT, tarjetas telefónicas, una cámara de vídeo y tres fotográficas, cinco radio cedés, cuatro altavoces de coche y dos tulipas traseras.

Todos han pasado a disposición del juzgado número 5 de Vila-real y se les imputan los delitos de asociación ilícita, robo con fuerza y tráfico de drogas.