El Cuerpo Nacional de Policía de Castellón, a través de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), dependiente de la Brigada Central de Estupefacientes, logró acabar en el 2007 y 2001 con dos importantes cocinas o laboratorios de cocaína.

La primera de las actuaciones antidroga se dio en mayo del 2007, cuando los policías nacionales detuvieron, dentro de la operación Rey, a cinco personas y se incautó de 512 kilos de esta sustancia. Los arrestados tenían una fábrica de coca en unas obras en Albocàsser. Allí la elaboraban para que fuera distribuida por todo el litoral mediterráneo. Asimismo, en una nave industrial de la Vall d´Alba, estos ocultaban la cocaína en el doble fondo de un camión que ellos mismos habían fabricado.

Además, los policías interceptaron un amplio parque de vehículos, preparados para el transporte de la droga a otros lugares.

EL MAYOR ALIJO Por otra parte, en el año 2001, Vinaròs fue el centro del desmantelamiento de una red internacional de tráfico de estupefacientes. En esta ocasión, los agentes se incautaron de mil kilos de cocaína, en la operación Altamira, que constituyó el mayor alijo de esta sustancia en la historia de la provincia. La policía aprehendió 38 sacos de esta droga camuflados en medio de un cargamento de 1.600 kilos de granulado de piedra pómez --sustancia de igual color--, que se hubiera convertido en 2.000 kilos en el mercado ilegal del tráfico de drogas y en 28 millones de dosis. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos a la Udyco, hallaron al menos 600 millones de las antiguas pesetas en un zulo que estaba localizado en Nogueruelas (Teruel), en un despliegue en el que detuvieron a 22 personas --siete españoles, seis colombianos y nueve ecuatorianos--, en cinco provincias --Castellón, Teruel, Málaga, Barcelona y Sevilla--. La operación se inició en Colombia dos meses antes, lugar en el que se incautaron de unos 1.100 kilos de coca.