Funcionarios de la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, en colaboración con la de Valencia y de la Comisaría General Extranjería y Fronteras, desarticularon ayer una trama organizada dedicada a la introducción de mujeres brasileñas para su posterior explotación sexual en un club de alterne situado en Museros (Valencia).

La banda estaba compuesta en España por dos ciudadanos españoles, el dueño del local y un colaborador, y una brasileña, compañera sentimental del primero, que han sido detenidos. Una vez en Valencia, las mujeres se encontraban que la deuda inicial de 800 y 1.000 euros que pactaban originariamente en Brasil con la organización se triplicaba, llegando alguna de estas mujeres a declarar que ascendía a 3.500 euros, siendo obligadas a permanecer en el club de alterne hasta el abono de la misma.