La autopsia a la bebé de tres meses que murió "por causas naturales" en una lucoteca ilegal ubicada en Vinaròs, el pasado 25 de febrero, sigue aún pendiente, según confirmaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV), así como de la Conselleria de Justicia.

La titular del juzgado de Instrucción número 1 de esta localidad aún no ha llamado a ninguno de los implicados --la dueña del local y los padres de la pequeña, de nacionalidad rumana-- porque, según el TSJCV, "no ha recibido el atestado de la Guardia Civil completo --falta la mitad--, ni las pruebas de la segunda autopsia en Valencia".

El cuerpo de la menor permanece en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, pese a que en el de Castellón se dictó que esta muerte "no fue violenta".