Sevilla El dispositivo de la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo en el río Guadalquivir en Sevilla incorporó ayer un rastrillo metálico de unos dos metros de ancho y medio de profundidad construido especialmente para esta labor. Con el instrumento se rastreará el fondo del río para intentar localizar el cuerpo de la chica, de 17 años, y el cenicero con el que el asesino confeso dice que la golpeó. El rastrillo se maneja desde una barcaza con una grúa que se introduce en el lodo del río, rastrea el fondo y recoge, con unas mallas metálicas, cualquier objeto que esté depositado en el lecho. EFE