Un tribunal de la localidad polaca de Bialystok juzga desde ayer al llamado Fritzl polaco, un hombre de 46 años de edad que mantuvo encerrada y violó a su hija durante los últimos seis años, incesto del que nacieron 2 niños.

El proceso se celebra a puerta cerrada, sin que los periodistas tengan acceso a la sala donde los magistrados escucharán el testimonio de Krzysztof, quien abusó de su hija, Alicja, desde que esta cumplió los 14 años. Junto al Fritzl polaco también se sientan en el banquillo otros tres hombres, entre ellos su hermano, acusados de asaltar la casa del novio de la joven, donde esta se refugió tras huir de su domicilio.

Hasta la detención, en septiembre del 2008, Alicja solo pudo abandonar la vivienda en contadas ocasiones, entre ellas para dar a luz a dos niños que fueron dados en adopción contra la voluntad de su madre.