La Guardia Civil ha detenido a siete personas tras desmantelar una red de narcotráfico que introducía en España cocaína procedente de Perú y que era camuflada en contenedores y maquinarias pesadas y mezclada con mercancía legal. La operación, denominada Frutas, era desarrollada en Málaga, Sevilla, Huelva y Madrid y dirigida desde la Costa del Sol, según informó ayer lunes el Ministerio del Interior.

Para realizar la importación de los estupefacientes, los narcotraficantes enviaban a España a varios miembros de la red, que se encargaban de realizar las conexiones con los cárteles, y desde allí gestionaban el traslado de la mercancía, oculta en maquinaria pesada y en contenedores.

A mediados de abril, los investigadores detectaron el desplazamiento a Perú de dos españoles residentes en Coria del Río (Sevilla) y Lepe (Hueva), para establecer los oportunos contactos y preparar el envío de una partida de estupefacientes a España. El envío se intentó materializar desde Madrid hacia Perú a manos de una mujer de la organización que se encargaría de supervisar la operación, por lo que fue detenida por las autoridades peruanas junto a dos ciudadanos a quienes se le intervinieron 64 kilogramos de cocaína, camuflada en el interior de un compresor de aire.

Los arrestados, cuatro colombianos y tres españoles, residían en urbanizaciones de lujo de la Costa del Sol. Durante la intervención los agentes realizaron seis registros domiciliarios donde se incautaron de ordenadores, televisores de plasma, diez vehículos de alta gama y otros efectos valorados en más de 70.000 euros. H