Nos tenían vigilados, es imposible que vinieran concretamente a nuestra casa con la excusa de entregarnos un paquete de Seur si antes no han estudiado nuestros pasos”. Estas fueron las declaraciones de un familiar del hombre de 74 años y de su hijo, de 39, que fueron amordazados en su piso del centro de Castellón, junto a dos mujeres del personal de servicio, como publicó Mediterráneo ayer, en primicia.

Los dos autores de este robo con violencia eran suramericanos, según detallaron las víctimas al Cuerpo Nacional de Policía, y se identificaron como mensajeros de la empresa Seur, e incluso portaban un paquete en sus manos.

La Policía Nacional explicó a este periódico que este caso es “puntual en Castellón” y que “no tiene precedentes”. Por el momento, ya han tomado muestras de posibles huellas dactilares de los ladrones, por si pudieran coincidir con los ya fichados en los bancos de la central de Madrid.

Los dos individuos, que iban armados con una pistola y con un cuchillo de grandes dimensiones, le dieron un empujó al varón de 74 años y propietario del inmueble, ubicado en el número 12 de la céntrica calle Ramón y Cajal, próxima a la plaza de la Paz.

La víctima cayó al suelo y los asaltantes amordazaron a su hijo, de 39 años, y las dos criadas. Tras esto, se apoderaron de todas las joyas, el dinero y los relojes, como confirmó la Policía Nacional, pero no ha trascendido el valor de los objetos sustraídos.

MIEDO // Los vecinos de la calle donde sucedió al robo con violencia a plena luz del día, a las 10.00 horas de la mañana del miércoles, subrayaron a Mediterráneo que ahora tienen “miedo”. Jordi Marimo puntualizó que “si entran en un piso con una pistola y con un cuchillo así como así es para estar atemorizado”. Por su parte, Carmen LLobet señaló que “no estamos nunca tranquilos, yo siempre vivo asustada porque no sé qué me puede pasar”. Otro vecino, Gerardo Gil indicó que “existe una inseguridad, en el centro por el día, o por la noche; es que hacen lo que quieren”.

Por otra parte, desde la empresa de Seur indicaron a este diario que sus empleados siempre van uniformados y con los logotipos visibles. Y es que fuentes cercanas a la investigación manifestaron que los delincuentes “mostraron un paquete con el anagrama de esta empresa para que las víctimas les abrieran la puerta”. Estos no han sido detenidos todavía. H