Las heridas que Rocío López tenía en las manos, como se dijo en el juicio que tuvo lugar en Castellón, no fueron por un forcejeo, o por una pelea, sino porque ella “las puso como parapeto al no tener posibilidad alguna de defensa”. El abogado del acusado alegó en su recurso contra la sentencia que sí hubo forcejeo entre ambos, un hecho que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat ha rechazado por completo al analizar todas las pruebas que se examinaron en el juicio. El documento del alto órgano, al que accedió ‘Mediterráneo’, reitera que el acusado “se abalanzó sobre ella de forma repentina con el cuchillo y ella estuvo en situación de inferioridad”.