El abogado de Josué Almarcha, el único acusado por la muerte de Javier Felis, intentará demostrar ante el juez que su cliente actuó movido por un “arrebato” para reducir su imputación de asesinato a homicidio y así conseguir una condena menor.

El letrado de Almarcha es un amigo de la familia, de ahí que lo conozca desde hace una década. Ese contacto, explica su abogado, le ha valido para saber de primera mano que “es una persona que siempre ha llevado una vida ordenada excepto el proceso de separación de su mujer, hace unos meses, y que siempre ha ejercido sus derechos como padre”.

La defensa de Almarcha tratará de convencer al titular de la sala de que su cliente “siempre ha tenido un comportamiento ejemplar”, por lo que los disparos que efectuó contra el joven de Burriana fueron fruto de un “arrebato”, aunque admite que los hechos probados son “duros”.

A través de esta línea, el bufete que le defenderá tiene por objetivo reducir la pena para el reo. Si la calificación de los hechos como asesinato se mantiene, el acusado podría pasar en prisión los próximos 25 años. Por contra, si su abogado consigue el cambio de la imputación por homicidio, la condena podría reducirse hasta en 15 años y el autor confeso de la muerte de Javier Felis se beneficiaría de una pena, como mínimo, de 10 años.

El Código Penal actual establece un máximo de 25 años de cárcel en los casos de asesinato con más de dos agravantes. Por contra, el homicidio sin dolo comporta una condena de una década, que sería el objetivo prioritario para esta parte en un proceso que el lunes “puso en marcha la maquinaria judicial”, según relataron ayer las mismas fuentes.

SORPRESAS // El letrado es consciente de las dificultades que comportará el proceso, que previsiblemente se alargará en el tiempo porque, según esta parte, “habrá más de una sorpresa”. Las haya o no, todo hace prever que el entorno de la víctima llegará a los tribunales para solicitar la pena máxima para el autor confeso de los disparos que causaron la muerte de Javier Felis.

La no concurrencia de saña y recompensa económica en el caso abordado, así como la posterior entrega a los agentes, pueden jugar a favor del preso, que ayer vivió su primer día en la prisión de la capital de la Plana.

Por el contrario, la acusación cuenta con la posibilidad de la premeditación en la actuación de Almarcha y con el hecho de que no dejara espacio alguno para la defensa de la víctima en el momento del enfrentamiento. H