A apenas unos días para que se cumpla el segundo aniversario de la fuga de dos presos de la cárcel de Castellón, la prisión mantiene casi la misma seguridad que aquel día en que los internos burlaron todos los sistemas de alarma. Los miembros del sindicato Acaip, plataforma que agrupa a la mayor parte de los funcionarios, han recordado que de las ocho garitas disponibles en el recinto penitenciario, “solo 2 ó 3 están vigiladas”, como ocurría en el verano de 2009.

Tres agentes de la Guardia Civil estaban de servicio el día en que los dos presos comunes, privados de libertad por tráfico de droga, fabricaron una escalera casera y traspasaron todos los controles sin dar tiempo a que reaccionaran los efectivos de seguridad. Los dos fugados, que cumplían prisión preventiva, español de 26 años y marroquí de 36, respectivamente, ambos con residencia en Murcia, no fueron los primeros en marcharse de la cárcel burlando los sistemas de seguridad, ya que en la historia de la prisión ha habido otros dos sucesos similares. El primero tuvo lugar en 1995 y el segundo, en 1997.

“Hoy podría volver a pasar porque la plantilla de funcionarios no ha variado y las garitas siguen sin contar con los efectivos para los que fueron diseñadas hace 27 años, cuando ni siquiera había hacinamiento”, critican.

Cada una de las torres debería estar vigilada por un agente. Sin embargo, en la actualidad solo hay efectivos en determinados puntos del perímetro de la vieja prisión castellonense.

PROBLEMAS DE SEGURIDAD // De igual forma, la nueva central de control debería estar en funcionamiento desde hace más de un año, según las previsiones de Instituciones Penitenciarias. Por contra, los guardias siguen la imagen en blanco y negro que proyectan los monitores instalados en el momento de la inauguración de la prisión. “Después de algún problema con la subcontrata no ha habido voluntad de modernizar el sistema”, añaden.

Por otro lado, el gabinete que dirige Mercedes Gallizo no ha querido desvelar las mejoras llevadas a cabo en el recinto para incrementar la seguridad “para no dar facilidades a los reclusos”.

Sin embargo, sí ha reforzado las pletinas que sujetan los barrotes de las ventanas de las celdas, “no así los propios barrotes porque la dirección informó de que no había presupuesto suficiente para sustituir los de todas las celdas”, según Acaip.

La otra medida adoptada ha sido la mejora de la iluminación de los patios y la instalación de algunas contrarrejas. H