Un menor de 17 años fue detenido por la Ertzaintza después de que se autoinculpara de la muerte de su madre y de un hermano de 12 años, cuyos cadáveres fueron hallados ayer con signos de violencia en la vivienda familiar en Portugalete (Vizcaya).

Los cadáveres de la mujer, de 58 años, y de su hijo fueron localizados sobre las 10.30 horas.

El marido y padre de los fallecidos fue el que alertó a la policía, ya que al volver a casa tras someterse a una prueba médica en un centro de salud no pudo abrir la puerta del domicilio. En la puerta había manchas de sangre y su mujer no respondía a sus llamadas telefónicas. En la vivienda residían los padres y tres de los cinco hijos que componían el núcleo familiar: una hija mayor que estaba trabajando en un supermercado, el presunto autor de los hechos y el niño de 12 años.

Fuentes policiales indicaron que los cadáveres presentaban cuchilladas; el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, que se personó en el lugar de los hechos, apuntó que los dos fallecidos tenían golpes en la cabeza dados con un objeto contundente. Sobre las 13.20 horas, un joven, que resultó ser el hijo y hermano de las víctimas, se personó en dependencias de la Policía Local de Sestao, donde se autoinculpó de ambas muertes. Fuentes policiales indicaron que el joven llegó con “la mirada perdida” diciendo que había matado a dos personas. H