Un jurado popular se hará cargo del caso de Josué Almarcha, el asesino confeso de Javier Felis, por el crimen ocurrido en Vilafamés el pasado 17 de junio. Según ha confirmado la defensa, las circunstancias del suceso favorecen la composición de un tribunal popular para juzgar al procesado por asesinato.

El pasado martes, el preso preventivo fue trasladado de nuevo desde la prisión de Castellón al Juzgado de Instrucción número 3 para presenciar la acusación inicial. Este trámite procesal obliga a la comparecencia de todas las partes para participar en la proposición de nuevas diligencias.

Entre otras pruebas requeridas por las partes, el juez obliga a repetir las que ya se han practicado para que pueda estar presente el procesado, además de la defensa y la acusación. Aunque la Guardia Civil instruyó el atestado en su día y lo pasó al juzgado, ahora este reitera las diligencias en virtud de las garantías procesales.

De momento, cinco testigos volverán a declarar por los hechos ocurridos en la plaza la Tanca de Vilafamés. En lugar de hacerlo únicamente ante los agentes, los declarantes comparecerán también ante las partes. Desde que tiene lugar la acusación inicial se abre un plazo de cinco días para presentar otras pruebas, aunque podrían solicitarse más adelante en caso de ser clave.

Según ha manifestado la defensa del asesino confeso, el proceso de recopilación de pruebas puede extenderse durante "meses" debido a que todas las partes, también la Fiscalía, solicitan documentación para defender su línea de investigación. La documentación, los testimonios, informes de balística, certificados de antecedentes penales y el informe del forense, entre otros, pueden alargar el proceso.

De igual forma que el titular de Instrucción, Manuel Aleis, el fiscal ha calificado los hechos de asesinato, mientras que la defensa de Josué Almarcha mantiene su intención de que sea procesado por un delito de homicidio. H