Los hermanos del acusado declararon en el juicio que el día de los hechos acudieron a su casa para prestarle su apoyo y que no se sintiera solo.

Coincidieron en su testimonio que el procesado se encontraba “como ido, ajeno a la situación”, y ambos negaron que la cuñada les comunicase que tenía miedo de él. El hermano que se quedó a dormir en la casa contó que vio al acusado ir a la cocina y volver a su habitación. Después, oyó un grito del menor y, al acercarse a la habitación, vio que su hermano se estaba apuñalando, le quitó el cuchillo y llamó a la cuñada para que se llevara al niño. H