Roma Alrededor de 3.000 personas de distintas localidades del norte de Italia -en la foto, habitantes de Finale Emilia- se han visto obligadas a pernoctar en tiendas de campaña y coches después de que sus casas quedaran destruidas en el seísmo que azotó la región de Emilia-Romagna la noche del domingo. Siete personas murieron y medio centenar resultaron heridas. Las autoridades locales han solicitado al Gobierno que declare el estado de emergencia, algo que podría producirse hoy mismo. EP