El acusado de apuñalar hasta 14 veces a su esposa ante un cibercafé de Malgrat de Mar (Barcelona) afirmó ayer en la Audiencia de Barcelona no acordarse de haberla matado porque perdió el conocimiento, ya que el día de los hechos había bebido un litro de vino y era alérgico a esta bebida.

“Dios mío ¿Qué ha pasado?” es lo que se preguntó, arrepentido, cuando vio a la víctima tendida en el suelo, con lo que, convencido de que él había sido el autor, se autolesionó con la misma navaja que había acabado con la vida de la mujer, relató Ratko H. al jurado popular que lo tiene que juzgar. “Estaba aquí de vacaciones, no para dañar a mi esposa. La quería”, explicó. H