Los testigos del juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Castellón contra un agricultor de Suera, acusado por un delito contra la ordenación del territorio y agresión al medio ambiente, al construir en una finca de su propiedad situada en el parque natural de la Serra d’Espadà, y para quien el fiscal pedía una condena de cinco años y medio de cárcel, coincidieron en afirmar que “el daño ecológico es reversible”.

A preguntas de la defensa, los testimonios, en sus declaraciones, minimizaron los efectos de las obras realizadas por el acusado e, incluso señalaron que estos trabajos, sin los permisos correspondientes, “son solamente constitutivos de una infracción administrativa”. Por su parte, el agricultor imputado se defendió reconociendo que “efectivamente no tenía ningún permiso para hacer las obras, pero he restaurado todo el daño que hice rehabilitando la finca a su estado antiguo”. “He devuelto las parcelas a su estado original”, concretó.

INVITAR AL JUEZ // Un acusado que, haciendo uso a su derecho de tomar la palabra antes de que el juez declare el proceso visto para sentencia, pidió perdón “por no haber pedido permisos” e invitó al presidente del tribunal “a visitar la finca, antes de dictar sentencia, y comprobar que no hay agresión medioambiental” H