Con esto nos han hundido, lo que han hecho no tiene nombre”. Así se mostraba ayer la vicepresidenta de la Asociación de Enfermos de Espina Bífida, Mirta Zanotti, que ha sufrido el desvalijamiento de la sede de este ente solidario ubicada en el bloque 6 del grupo San Lorenzo de la capital de la Plana, como avanzó Mediterráneo.

El futuro para la cincuentena de asociados es incierto. Y es que los ladrones, que al parecer accedieron por el balcón del primer piso, se apoderaron de todos los objetos de valor, como fueron las estanterías, el mobiliario, la nevera, los dos ordenadores, el fax, el teléfono, así como también no dudaron en hacerse con las ventanas de aluminio.

Para Mirta este hecho responde a una “falta de preocupación por parte de la Generalitat sobre las condiciones en las que hemos tenido que reunirnos y tratar nuestros asuntos durante 12 años; en un primer piso con pocas facilidades de accesibilidad, rodeado de marginación, de drogas y en un ambiente de delincuencia desesperante”.

Por esto mismo, la asociación, que preside Isabel Sánchez, presentará hoy mismo ante la Generalitat valenciana la renuncia a este local, sobre el que estaban pagando un alquiler mensual, así como también gastos de escalera. “Nunca hemos dejado de pagar, además hasta por adelantado hemos abonado por el banco los gastos de la comunidad, pero creemos que no nos merecemos un local social de esta índole, en una zona tan conflictiva”.

TRÁFICO DE DROGAS // Mirta recordaba con desconsuelo cómo fue el primer día que comenzaron a hacer uso de este espacio, facilitado por la Generalitat. “Ese día no se nos puede olvidar, nos ofrecieron hachís nada más llegar. Nos quedamos todos de piedra”, dijo. Y añadió: “No entendemos cómo es que la Generalitat no tiene en cuenta el entorno de este lugar, ya que nos consta que también se ceden pisos a estudiantes de Erasmus, ya que este bloque está muy próximo a la Universitat Jaume I”.

La vicepresidenta de la Asociación de Enfermos de Espina Bífida recordó que en estos últimos 12 años, donde se han reunido en este piso, “nos han quitado muchas veces el cartel de la entidad y también nos robaban el correo del buzón, por lo que tuvimos que utilizar el apartado de correos de Cocemfe, que nos hizo el favor”.

Mirta cree que la investigación para dar con los autores va a ser “complicada”. “Como pasaron días hasta que nos dimos cuenta es posible que el viento halla borrado las huellas”, afirmó. H