El juez del juzgado de Instrucción 3 de Vinaròs ordenó en la mañana de ayer el ingreso en prisión, eludible con fianza de 2.000 euros, respecto al autor confeso del atropello que sufrió un guardia civil en la madrugada del viernes al sábado en la carretera que une Peñíscola con Benicarló, en un control de alcoholemia.

La causa está abierta por supuesto delito contra la seguridad vial con resultado de lesiones y el presunto responsable de este arrollamiento podría eludir la cárcel preventiva previo pago de una fianza de 2.000 euros, según confirmaron a Mediterráneo fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

El encarcelado es un delincuente habitual, muy conocido en la localidad de Benicarló, según explicaron fuentes cercanas al caso. Fue él mismo quien se entregó en el juzgado de guardia de Vinaròs al percatarse de que la Guardia Civil lo estaba buscando e intentando localizar, ya que la Benemérita halló pruebas que lo vinculaban con el atropello.

Las mismas fuentes concretaron que intentó “desaparecer”, hasta que “al verse acorralado”, contactó con su letrado y ambos decidieron que lo mejor era que se entregara y confesara los hechos.

Cabe recordar que el accidente se produjo en el kilómetro 2,8 de la carretera que une Peñíscola con Benicarló en la rotonda de la confluencia de este vial y el camino de La Volta. El conductor del vehículo trató de esquivar el control de alcoholemia y atropelló al agente que cayó al suelo e, incluso, llegó a perder el conocimiento.

COCHE ROBADO // El coche, como comprobó después la Guardia Civil de Tráfico, contaba como robado y estaba registrado en una localidad del Delta del Ebro. Al día siguiente, como publicó este diario, el vehículo aparecía totalmente calcinado. Los bomberos acudieron rápidamente al lugar donde se encontraba el turismo y procedieron a sofocar las llamas. Aunque la masa arbórea y la vegetación del lugar donde se encontraba el coche apenas resultaron afectadas, el automóvil quedó en un estado de destrucción.

Ha sido el intento de destrucción de pruebas, como también la cantidad de antecedentes con los que cuenta el encarcelado, lo que ha llevado a la jueza a ordenar que ingrese en la cárcel. H