El excura de Vilafamés, Rafael Samsó, que aceptó el martes dos años de cárcel por distribuir vídeos y fotos de pornografía infantil por internet, será expulsado del sacerdocio en cuestión de meses, según confirmaron a Mediterráneo fuentes eclesiásticas.

Y es que el código del derecho canónico contempla la pérdida del estado clerical, es decir, la expulsión en sus normas. Es por esto que será la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Vaticano --que estudian todos los casos de pedofilia y pederastia en el mundo-- la que ratifique esta decisión respecto a Rafael Samsó.

Desde el obispado indicaron ayer a Mediterráneo que por el momento no han recibido ninguna notificación sobre la conformidad alcanzada entre el párroco acusado y la Fiscalía. A la espera de que la sentencia les sea remitida, prefieren mantener cautela y aventurar qué sucederá con el clérigo Rafael Samsó, que desde noviembre del 2010 continúa apartado de su labor pastoral al cometer un delito considerado como “muy grave” dentro del derecho canónico, como expuso en su día el obispo Casimiro López.

El propio obispo, en orden a evitar el escándalo de los fieles, a tenor del canon 1722 del código de derecho canónico, después de haber hablado con el excura de Vilafamés y con el promotor de justicia del obispado, decretó la suspensión cautelar en todos sus cargos así como en el ejercicio del ministerio sacerdotal. Rafael Samsó ha permanecido y continúa en Manacor, en su domicilio familiar, con la obligación de presentarse en el juzgado de su localidad natal cada 15 días.

A partir de ahora “será el Vaticano el que decida si Rafael Samsó deja de ser cura, si declara la invalidez de la sagrada ordenación”. “En ese sentido, quedaría así privado de todos los oficios, funciones y de cualquier potestad delegada”, indicaron. Y añadieron: “También cabe la posibilidad de que dimita legítimamente”.

PRUEBAS CONTUNDENTES // El que fuera cura de Vilafamés fue sorprendido por efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid, después de que el FBI diera la voz de alarma respecto a un foro de internet en el que se intercambiaban miles de archivos pedófilos.

Cuando los agentes investigaron la identidad de los sospechosos, descubrieron que una de las IP de los ordenadores estaba registrada en la casa abadía de Vilafamés, concretamente, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Cuando los guardias civiles irrumpieron en la iglesia, el cura estaba descargándose en esos momentos 79 vídeos pornográficos de hombres practicando sexo con menores de edad. En todos los casos las relaciones delictivas eran homosexuales. El párroco acumulaba 21.000 archivos. H