Los psiquiatras concluyeron que la parricida de Lloret de Mar (Girona), Lianne Angela S., mató a sus hijos “por amor” al sufrir una enfermedad mental delirante compartida con su marido, al pensar que los servicios sociales la perseguían para quitarle a sus dos hijos después de que su esposo fuera denunciado por abusos sexuales y detenido en Barcelona.

“Sabía que había cometido un crimen, pero para ella, lo peor era que sus hijos fueran acogidos por los servicios sociales, incluso peor que la muerte, y los mató por amor”, afirmó ayer miércoles durante el juicio la propia jefa de psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Cataluña, Itziar Idiaquez.

Los médicos forenses y psiquiatras comparecieron en la Audiencia de Girona para presentar sus informes sobre el estado de salud mental de la acusada, y constataron que su bienestar emocional dependía de su marido por su dependencia patológica hacia él.

Sobre las heridas que tenía la procesada de sus intentos de suicido, las forenses determinaron que eran muy superficiales y que no hubiera podido morir con este tipo de heridas que presentaba tanto en el cuello como en las muñecas. “El que quiere suicidarse no lo hace así. Además, tuvo los elementos y el tiempo necesario para hacerlo y no lo hizo”, afirmaron. H