A Coruña Iria García Bouza, que el lunes falleció en Narón (A Coruña) a consecuencia de una herida de arma blanca en el cuello, contaba desde finales de la semana pasada con una orden de protección que prohibía a su expareja, detenido como presunto autor del crimen, aproximarse a ella a menos de 200 metros. Más de 200 personas se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Narón en repulsa por la muerte de l joven de 28. Amigos y conocidos mostraron una pancarta en la que se leía la palabra ‘Asesino’. E. P.