Las comarcas de Girona amanecieron ayer consternadas por la muerte violenta del presidente de la patronal gerundense FOEG, Jordi Comas, durante un asalto a su domicilio en Platja d’Aro en la medianoche del domingo. El hotelero, de 67 años, falleció después de que los ladrones le ataran y le amordazaran para poder registrar la casa. Comas era propietario de tres hoteles y un restaurante y pertenecía a la cúpula directiva de varias organizaciones empresariales, por lo que era una persona muy conocida.

El hotelero murió poco después de que los ladrones le colocaran un objeto o prenda en la boca para que no gritase, aunque fuentes próximas a la investigación señalaron que deberá de ser la autopsia la que determine si el empresario falleció por asfixia o a causa de un ataque al corazón. Su mujer, Carme Hospital, que se hallaba con Comas en el domicilio familiar en el momento del robo, también fue atada y amordazada y vio cómo su marido moría a su lado sin poder hacer nada.

Fuentes de la familia confirmaron ayer que, tras la huida de los asaltantes, que se llevaron algunas joyas de la casa, la esposa de Comas tardó un buen rato en poder liberarse de las ligaduras y avisar a la policía, por lo que los equipos de emergencia que acudieron al lugar de los hechos no pudieron hacer nada para salvar la vida del empresario.

El abogado Jordi Díaz Comas, sobrino de la víctima y que actuó ayer como portavoz de la familia, confirmó que Jordi Comas y su esposa habían sufrido otro intento de robo en su domicilio hace 20 días. “En aquella ocasión, como mis tíos no estaban en casa y tenían la alarma conectada y esta se activó cuando los ladrones intentaron entrar en la casa”, explicó. Díaz afirmó que la familia sospecha que ambas acciones son obra de los mismos asaltantes, y aseguró que su tío tenía previsto reforzar las medidas de seguridad en los próximos días. H