El juez ha enviado a prisión a cinco de los ocho detenidos en Castellón por ofrecer un servicio de telecoca --venta de droga a domicilio-- en la capital. Entre los encarcelados están los dos cabecillas del grupo organizado, dos hermanos que son muy conocidos en el mundo del ocio nocturno: D.Q.S., de 26 años, y R.Q.S., de 23, según confirmaron a Mediterráneo fuentes cercanas al caso.

Asimismo, otro castellonense de 42 años, que responde a las iniciales I.G.M., también ha ingresado en el centro penitenciario junto con el colombiano J.E.M.G., de 34 años; y una mujer también de esta nacionalidad suramericana, P.C.A.B., de 33 años de edad y vecina de la capital de la Plana.

Tres son los detenidos que han quedado en libertad con cargos con la obligación de comparecer en el juzgado periódicamente: el colombiano J.A.C.G., de 32 años; y los castellonenses R.P.S., de 42 años, y S.S.A., de 20, como detallaron las mismas fuentes.

El grupo solo trabajaba en la capital, prestando un servicio de venta de cocaína a domicilio que funcionaba las 24 horas del día, los 365 días del año. Los delincuentes estaban instalados en céntricos pisos de la capital de la Plana, en los que la Policía Nacional llegó a descubrir dos kilos y medio de droga, sustancias de corte, una pistola, un táser, así como puñales y mazas, además de 32.000 euros en efectivo.

SOLO EN LA CAPITAL // El radio de actuación de la banda se situaba solo en la ciudad de Castellón. A través de un teléfono móvil atendían a los clientes a cualquier hora del día y se desplazaban hasta donde ellos les indicaban --en coche, en moto o a pie-- para hacerles las entregas de cocaína. La Policía Nacional cree que los tres colombianos -- entre los que hay una mujer-- eran los intermediarios que conseguían la sustancia para proporcionársela a la red. Así, los cabecillas la compraban para poder distribuirla por la ciudad junto al resto de implicados, todos ellos de Castellón.

La Policía Nacional también se incautó de cuatro vehículos de alta gama, así como de dos motos. Y es que las personas que conocen a los arrestados, y que se han puesto en contacto con este periódico, indicaron que estos “llevaban un tren de vida muy elevado, con coches de lujo y sin profesión u oficio conocido”. Y aseguraron: “Todos en el mundo de la noche sabíamos a lo que se dedicaban los detenidos. Era más bien un secreto a voces”. H