Un joven maltrata, insulta y atemoriza a su abuelo de 88 años en la Vall d’Uixó

Nuevo caso de violencia doméstica. Un joven de la Vall d’Uixó ha sido condenado por el juzgado de lo Penal número 4 de Castellón a un año y diez meses de cárcel por maltratar física y psíquicamente a su propio abuelo, de 88 años, con el que convivía y del que vivía, ya que el único sustento de la familia era la paga de jubilación de este anciano.

El juez, además, le impone al acusado que no se aproxime al domicilio, ni a los lugares frecuentados por la víctima, ni se comunique de ninguna manera con él durante tres años.

Según reza la sentencia judicial, a la que ha tenido acceso Mediterráneo en exclusiva, los hechos sucedieron hace unos meses. Así, como quedó probado en el juicio, el acusado convivía con su madre y con su abuelo en la Vall d’Uixó, en casa del anciano, subsistiendo los tres básicamente con la pensión de jubilación de este. El ahora condenado solía someter desde hacía tres años al abuelo a continuas faltas de respeto, amenazándole con quemarle la casa cuando no le daba dinero, impidiéndole a la fuerza que saliera a la calle e incluso lo agredía lanzándole sillas, sacos de patatas, dándole manotazos, empujones contra la pared o golpeando por las noches la puerta de su cuarto, ya que el anciano lo cerraba con cerrojo, atemorizado.

Además, como detalla la sentencia, el joven, con intención de vejar a su abuelo le lanzaba expresiones tales como: “Mariquita”, “muerto de hambre” o “hijo de puta”, al tiempo que destrozaba con patadas y puñetazos el mobiliario de la casa, en especial las sillas y las puertas, todo ello para vejarle y molestarle.

Un día, como detalla el documento judicial, el acusado estaba en casa con su abuelo y le pidió dinero para comprar tabaco, pero se negó a dárselo. Entonces, sacó del armario la ropa del anciano, la puso sobre la mesa del salón y le dijo que se la iba a quemar. Tras esto, el abuelo decidió denunciar a su nieto en el cuartel de la Guardia civil de Vall d’Uixó.

La víctima declaró en el juicio que no quería vivir con su nieto porque tenía “mucho miedo”. El anciano narró que este le decía que “tenía mierda en las tripas” y le quitaba el dinero de la cartera al tiempo que le pegaba. H