La que era directora del centro de menores de Castellón, al que fue llevada la víctima de la red de trata de blancas, cuyos miembros están siendo juzgados en la Audiencia Provincial, señaló que la joven llegó “aterrorizada, asustada, con temblores”. Fue durante su declaración como testigo en la tercera jornada del proceso, y en la que los siete acusados de conformar la red se enfrentan a 18 años de cárcel cada uno de ellos, que es la pena que reclama el ministerio fiscal.

También la exdirectora relató que la joven “estaba hecha polvo” y que “necesitó la asistencia de los profesionales del centro todo el tiempo en el que estuvo internada hasta su regreso a Rumanía”.

Durante la sesión declararon también los dueños de tres clubs de alterne, donde supuestamente trabajaba la chica. Aseguraron desconocer a la víctima y a los acusados. También testificaron diversos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que practicaron diversas identificaciones a las prostitutas del Caminàs, donde también ejercía la prostitución la víctima. Aseguraron haber “identificado alguna vez” a la menor.

La vista se reanudará mañana viernes con la declaración de los últimos testigos y los alegatos de las partes para las conclusiones finales. H