Un hombre mató ayer a seis de sus nietos y a su hija en la localidad de Bell, en el norte del estado de Florida, en un nuevo episodio de violencia que vuelve a poner la posesión de armas de fuego en el centro de la polémica en Estados Unidos.

El autor de los disparos, un hombre de 51 años que contaba con antecedentes penales, se suicidó tras acabar con la vida de su hija y seis de sus nietos, que tenían entre tres meses y 10 años de edad, según informaron las autoridades del condado de Gilchrist, a unos 50 kilómetros al oeste de Gaineville. La policía identificó al autor de los disparos como Don Charles Spirit, quien al parecer ya había protagonizado diversos incidentes de violencia doméstica.

Según explicó el sheriff Robert Schult a los medios de comunicación, la policía pudo establecer diálogo con el asesino después de que tuviera lugar el tiroteo. Sin embargo, y tras consumar la matanza, Spirit decidió acabar con su vida antes de ser atrapado por los agentes.

Las autoridades explicaron que fue el propio asesino quien llamó a la policía para confesar los crímenes y que algunas personas dentro de la vivienda donde tuvo lugar la tragedia pudieron sobrevivir.

La localidad de Bell está situada al norte de Florida, a unos 50 kilómetros al oeste de Gainesville, y tiene 350 habitantes. H