El viento complicó ayer las tareas de extinción del incendio de vegetación que se declaró sobre las 12.30 horas en la partida Almalafa, cerca de unas naves el polígono del Serrallo, entre Almassora y el Grao, y que quedó controlado entorno a las 15.00 horas.

Los bomberos municipales se trasladaron hasta la zona afectada junto a agentes de Policía Local y Policía Nacional. Un total de 16 efectivos, un cabo y un jefe de turno actuaron para sofocar las llamas con siete vehículos, dos autobombas, dos camiones nodriza de gran capacidad, dos bombas urbanas y un vehículo ligero.

Las rachas de viento registradas, que alcanzaron los 50 km/h en la capital, hacían correr el riesgo de que el fuego se propagara.

Según informó la Policía Local, el incendio afectó a una superficie de 10 hectáreas de matorral, en las que también había una considerable cantidad de basura. Por ello, el humo tomó un color muy negro y era visible desde varios puntos de la ciudad.

El fuego alcanzó grandes dimensiones debido al intenso viento y las llamas amenazaron por momentos algunas viviendas abandonadas de la zona. Aunque los efectivos controlaron el fuego y no fue necesario el desalojo de ningún vecino, las llamas llegaron a afectar a un trastero.

El tráfico permaneció cortado durante dos horas y media en dicha zona y los trabajos de extinción se prolongaron hasta las 18.30 horas. Vecinos del Grao se aproximaron hasta el lugar para conocer el alcance del fuego. H