Un guardia civil de Almassora se enfrentó ayer a su juicio por un presunto delito contra la intimidad en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón. La Fiscalía lo acusa de haberse aprovechado de su cargo para acceder a datos personales de dos ciudadanos, con los que su hijo podría haber tenido algún problema. La fiscal pide para él tres años de prisión y una inhabilitación total de sus funciones por periodo de 9 años y seis meses.

La defensa del acusado solicita la libre absolución porque considera que el agente no realizó ninguna operación a espaldas de sus superiores, a los que acusa de tener cierta “animadversión” hacia su cliente. Asimismo, el letrado sostuvo que solicitar información sobre domicilios, antecedentes policiales y lugares de trabajo es una gestión habitual en la actividad profesional del guardia civil.

El acusado, que ya fue apartado del cuerpo con anterioridad, declaró ante el tribunal que buscó información sobre dos personas porque la vida de su hijo “corría peligro” y quería saber a quién se “enfrentaba”. Los hechos sucedieron en el mes de diciembre del 2011 y entre los compañeros de la Benemérita que declararon hubo disparidad de opiniones. Algunos dijeron que era necesaria la autorización del jefe para pedir datos y otros, que era algo que hacían sin pedir ese permiso. H