La Guardia Civil busca a dos españoles, de unos 50 años, tras cometer a última hora del viernes un atraco, a punta de pistola, en la sucursal bancaria de Cajamar en Sant Mateu. Los hombres se introdujeron en el banco sobre las 13.30 horas, cuando la plaza Mayor, en la que se encuentra ubicada la entidad, estaba abarrotada de jóvenes estudiantes, que celebraban el fin de los exámenes en bares locales, y de autobuses de jubilados, que hacían turismo.

Los ladrones accedieron con la cara y la cabeza cubiertas, cuando dentro del local se encontraban dos trabajadores y un cliente. Llevaban sendas gorras y pañuelos, que les cubrían la boca y la nariz. Esgrimiendo dos pistolas, ordenaron al interventor del banco que les diera todo el efectivo del que dispusieran. “Solo queremos el dinero. Que nadie se haga el héroe y no pasará nada”, dijo uno de los atracadores dentro de las instalaciones, según ha podido saber Mediterráneo. El mismo hombre, advirtió, sin embargo, a las víctimas del atraco de que si alguien se rebelaba saldrían “pegando tiros” de la sucursal.

El empleado que se encontraba en el mostrador entregó a los asaltantes el dinero del que disponía, una cantidad que rondaba los 4.000 euros. Al ser requerido para abrir la caja fuerte, avisó a los ladrones de que, por motivos de seguridad, la misma no se abriría hasta una hora después de haber recibido la solicitud de apertura. Al saber esto, los atracadores decidieron apoderarse únicamente del montante del mostrador, que ya les habían entregado, y se marcharon del banco con el mismo sigilo con el que habían entrado.

Los dos empleados y el cliente no sufrieron ningún golpe. Los atracadores no los amordazaron ni les hicieron tirarse al suelo. Simplemente, les mostraron las armas y, en cuestión de cinco o seis minutos, se llevaron el dinero y huyeron de la sucursal.

HUIDA A PIE // La alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, explicó ayer a este diario que los autores todavía no han podido ser detenidos. Ella se personó, inmediatamente, en la entidad, tras producirse el atraco. “Todo fue muy rápido. Fui enseguida para comprobar que los rehenes estaban bien. No los habían herido, pero el susto es muy grande cuando te ves envuelto en un episodio así, con personas armadas”, aseveró Besalduch. La alcaldesa confirmó que encontró a los afectados en perfecto estado físico, aunque “un poco asustados”. La primera edila cree que los dos ladrones debieron marcharse del banco “a pie”, pues no habían aparcado ningún coche en la plaza Mayor y no despertaron sospecha alguna. Previsiblemente, estacionaron su vehículo en alguna de las calles adyacentes para poder escapar del municipio antes de la llegada de los agentes de la Guardia Civil.

Efectivos del instituto armado se personaron enseguida en la sucursal bancaria y recogieron vestigios que pudieran arrojar alguna pista acerca de la identidad de los dos hombres que, armados, perpetraron el atraco. H