La Policía Nacional ha detenido a una empleada del hogar, española y de 42 años, como presunta autora de cuatro delitos de hurto, tras sustraer joyas en casas de las personas mayores a las que ayudaba a hacer las tareas domésticas. Solo una de las víctimas había presentado denuncia, una segunda no lo había hecho por su delicado estado de salud, y las otras dos no se habían dado cuenta de la sustracción.

El 16 de junio la comisaría de Castellón recibía una denuncia en la que una mujer de avanzada edad denunciaba un hurto en su vivienda. En el domicilio vivían ella, su marido y su madre. La mujer explicó a los agentes que recientemente había contactado con una empresa para contratar a una persona que les ayudase con las tareas domésticas, enviándoles a una empleada, que resultó ser la ahora detenida.

Al parecer, la noche antes de la desaparición de las joyas, la denunciante dejó sus anillos sobre la mesita de noche. La trabajadora llegó al domicilio al día siguiente, realizó sus labores y, tras marcharse, se dieron cuenta de que faltaba una de las sortijas valorada en más de 600 euros. Tras revisar la habitación, hablaron con ella, quien lo negó, a la vez que les invitaba a denunciarla.

Los agentes, tras conocer los hechos, comenzaron la investigación, averiguando que esta mujer no solo habría sustraído el anillo de la denunciante, sino que también se habría apoderado de una sortija y unos pendientes, de los que la víctima aún no se había dado cuenta. Asimismo, averiguaron que también había sustraído un cordón de oro con una medalla a otra mujer mayor a quien ayudaba con las tareas domésticas y esta aún no había formulado la denuncia por encontrase enferma en su domicilio. Lo mismo ocurrió en otras dos casas en las que trabajaba, de las que había sustraído numerosas joyas, aprovechándose de la confianza y la edad de sus víctimas, y en estas dos ocasiones no existía tampoco denuncia porque no se habían percatado. Las joyas ya han sido devueltas a las propietarias. H