Una mujer ha sido sentenciada a una pena de ocho meses de cárcel por utilizar a una menor de edad, de 16 años, para apoderarse de las joyas de la familia de la adolescente, valoradas en casi 5.000 euros. Sucedió en el año 2011 en Segorbe.

La menor, de común acuerdo con la ahora condenada, accedió a las viviendas de su abuela y su madre para sustraerles diversas alhajas de gran valor, mientras la adulta vigilaba las entradas de los domicilios para que no las descubrieran. Posteriormente, la niña y su cómplice acudían a establecimientos de compra y venta de oro de la capital del Alto Palancia para obtener un beneficio empeñando las joyas.

La adulta fue quien dejó en las dos tiendas una fotocopia de su documento nacional de identidad, requisito indispensable para poder efectuar la venta y que sirvió para poder identificarla y detenerla posteriormente.

Las piezas robadas eran distintos anillos, colgantes, pendientes, pulseras, medallas, cadenas y aderezos de oro, que fueron tasados en 4.778 euros por los peritos judiciales. En el primero de los establecimientos, la adolescente y su compinche obtuvieron 1.126 euros revendiendo las piezas de joyería y en el segundo, 130.

De todas las alhajas vendidas, solo pudieron ser recuperadas por los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso un anillo con piedras verdes y blancas, una cadena, una pulsera y un pendiente en forma de delfín; valoradas todas ellas en 330 euros. El resto no fueron localizadas.

RECURSO RECHAZADO / La Audiencia Provincial ha ratificado ahora la pena impuesta a la mujer adulta por parte del Juzgado de lo Penal número 4 de Castellón.

Y es que la sentenciada recurrió el fallo ante el máximo órgano judicial castellonense, alegando que, aunque sí había prestado su DNI a la adolescente para vender las joyas, no había participado en el robo, negando que realizara labores de vigilancia en las casas y echando toda la culpa a la menor de edad, que era quien se apoderaba de las alhajas. H