El sector 1 residencial de Segorbe, urbanizado pero pendiente de escriturar las parcelas, ha sido objeto de una desagradable gamberrada que ha pasado casi inadvertida para la población, ya que se trata de una zona de ensanche del casco urbano y con pocos habitantes en su alrededor.

Los daños se centran en los armarios instalados en las parcelas para la instalación y toma del suministro eléctrico y telecomunicaciones, así como también del gas. Más de una veintena de estas unidades han sido arrancadas de su lugar y dejadas caer junto al lugar donde se encontraban.

En principio, algunos vecinos piensan que puede haber sido cosa de jóvenes que a patadas podrían haber tirado los citados armarios, pero algunos de ellos, de hormigón, que se encontraban bien encajados en su apoyo, se encuentran ahora partidos cuando el grosor de las paredes tiene tres centímetros de hormigón, lo que parece indicar que se ha utilizado algo más que una patada para derribar la caseta.

Los autores, al parecer, fueron los mismos que desde un contenedor del ecoparque móvil del consorcio de residuos del área de gestión 2 vertieron a la calzada una gran cantidad de aceite pesado que se encontraba depositado para el transporte a vertedero autorizado, en una mancha que se extendió 300 metros. H