La frialdad y la entereza con la que el adolescente de 17 años narró el crimen ante la Policía Nacional y ante la juez del juzgado de Instrucción 6, ha llevado a los médicos forenses a solicitar un completo informe psiquiátrico ante la sospecha de que se trate de «un psicópata», informaron a ‘Mediterráneo’ fuentes cercanas al caso. Este extremo se basa en que el chaval, presuntamente, planificó el crimen, considerándole los investigadores como un «líder», capaz de «convencer al resto para que le ayudaran a cometerlo». Se trata, explicaron, de una persona «con un carácter muy marcado y con empatía y remordimientos reducidos». Un comportamiento, indicaron, que suele pasar inadvertido ante el resto de la sociedad y de su propia familia. Además, ha sido tachado por los investigadores del caso como un «claro narcisista o sádico narcisista».