Un adelantamiento prohibido. Esta es la principal hipótesis que baraja la Guardia Civil de Tráfico como causa del fatídico accidente que se vivió ayer por la tarde en la Ribera de Cabanes en la ya conocida como carretera de la muerte: la N-340. Una conductora, de 48 años, vecina del Prat de Llobregat, moría en el acto tras chocar de frente su pequeño utilitario contra un camión con matrícula polaca en un tramo donde está expresamente prohibido adelantar, con indicaciones de línea continua en la calzada, así como señales verticales.

El accidente se produjo sobre las seis de la tarde. La mujer circulaba con un pequeño turismo Kia Picanto de color blanco cuando, a la altura del kilómetro 1.004, en una recta que discurre entre el restaurante Casa Tere y los Camioneros, invadió el carril contrario, al parecer, para adelantar a una furgoneta. Fue entonces cuando el tráiler que discurría no pudo evitar la colisión, impactando los dos frontalmente. Las dos personas que viajaban en el camión, el conductor y un acompañante, resultaron ilesas.

Rápidamente, varios testigos avisaron por teléfono a la Guardia Civil y, en pocos minutos, se movilizaron a todos los medios necesarios: bomberos, ambulancias... Una de las personas que avistó el siniestro llegó a advertir a las autoridades de que había una persona inconsciente.

AMASIJO DE HIERROS // La Guardia Civil de Tráfico cortó rápidamente la carretera para permitir el auxilio de la conductora, pero cuando llegaron los médicos del Servicio de Atención Médica Urgente (Samu) tan solo pudieron certificar su fallecimiento. Los agentes de la Benemérita comenzaron a dar paso al resto de vehículos desviándolos a la CV-13 y a la CV-10, para evitar un nuevo accidente y permitir que el tráfico fluyera. La carretera N-340 permaneció así, cortada en este punto, durante casi horas. Fueron los bomberos del Consorcio Provincial destinados en el parque de la Plana Alta quienes procedieron con herramientas a excarcelar el cuerpo sin vida de la mujer, que estaba atrapado entre el amasijo de hierros al que había quedado reducido su pequeño utilitario.

Los servicios funerarios trasladaron el cadáver al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castellón, donde está previsto que durante el día de hoy le sea practicada la autopsia.

La Guardia Civil de Tráfico permaneció en el lugar de accidente hasta el anochecer, donde realizaron todo tipo de mediciones y fotografías con las que basarán la investigación, que podría durar meses, ya que son importantes también los resultados forenses y los análisis toxicológicos.

Hace una semana moría también en la N-340 un anciano de 77 años, también al chocar contra un tráiler en les Alqueries.